Luigi Grando, Director del CISP en América Latina y el Caribe realiza la siguiente reflexión acerca de cómo opera el CISP tratando las Competencias Socioemocionales como instrumento transformador para el desarrollo humano integral.
“Derechos, hechos, personas” es un lema que el CISP haque cus adoptado hace muchos años para representar su misión. Es una síntesis que se sacó en ocasión de los 25 años de existencia del CISP y ahora que ya estamos a los 40, sigue reprentando de manera muy adecuada lo que el CISP ha hecho y sigue haciendo en más de 35 países del mundo.
El CISP opera en muchos sectores, desde la agricultura, la atención humanitaria, la mejora de la educaió, la seguridad alimentaria, la protección del medio ambiente y la mitigación de desastres, entre otros. Pero siempre la atención ha sido dedicada a las personas y comunidades más excluidas y marginales, a los que realmente tienen la necesidad de apoyo y acompañamiento, muchas veces por no contar con otras opciones. En este sentido, la atención del CISP es para rescatar los derechos de la gente, pero de manera muy efectiva y pragmática, con hechs concretos.
Igualmente, el CISP siempre ha considerado su actuación en el marco de las políticas públicas que se promueven y actúan a nivl territorial. Operar en el marco de las políticas y promover -desde la experiencia- la mejora de las políticas. Esto con una finalidad clara y una postura transparente: los protagonistas del desarrollo son las personas y la responsabilidad primaria permanece en las instituciones y entidades del propio país. La cooperación internacional al desarrollo no puede suplantar la función y el protagonismo del Estado, de las instituciones ni de las comunidades locales.
Es por esto por lo que hemos realizado esta publicación: por un lado, para recger la reflexión qu ha acompañado el recorrido de muchos años de actuaciones y, por el otro, para buscar sistematizar de manera clara un planteamiento estratégico, que pueda tomarse como referencia para la actuación dl CISP en el futuro.
El CISP ha encontrado en la Competencias Socioemocionales (CSE), un ámbito de rferencia privileido para generar cambios coherentes con el desarrollo humano. Para lograr una transformación profunda que realmente permita conyugar los derechos fundamentales de las personas con las oportunidades de mejora de su condición maerial, social y de bienestar. Las propuestas que se desarrollan en este ensayo permiten, desde un planteamiento conceptual muy claro, llegar a una dimensión operativa en los territorios, para que los derechos realmente se conviertan en hechos para las personas.
La propuesta que este documento presenta es que se debe arrancar desde las personas y desde las comunidades, revertiendo completamente la dinámica relacional basada en un enfoque “desde arriba” y que no pone en discusión las relaciones de poder. Solo unas personas y comunidades más empoderadas pueden promover cambios substánciales en la situación de vida de su gente. Trabajar con y en las CSE, permite abordar de manera concreta y efectiva esta dimensión, construyendo capacidades de agencia adecuadas a la complejidad de cada contexto.
Reconocer el “derecho de agencia” de cada individuo, es el primer paso para ir construyendo los espacios habilitantes para aprovechar las oportunidades que el contexto territorial pueda ofrecer.
En particular, esto es importante si focalizamos nuestra atención en los procesos de corto plazo y en el marco de los contextos que son típicos de los proyectos que el CISP ejecuta. Nuestra responsabilidad es generar los “espacios socioculturales” para que la participación y el empoderamiento de las personas sean realmente la base del cambio que el proyecto quiere promover.
Queremos agradecer a los colegas Paolo Raciti y Paloma Vivaldi por este importante aporte, que será la base para todos los proyectos del CISP y para los demás colegas y expertos que todos los días están en terreno, y que con su trabajo y dedicación buscan convertir los derechos en hechos para las personas.
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